Carlos Monsalve (Cali 1957), en plena madurez artística, goza de una firme reputación como pintor y maestro en artes gráficas. Su obra es altamente apreciada por los aficionados al arte, y ha merecido el reconocimiento de la crítica más exigente, que ha puesto de relieve su poderosa creatividad, así como el refinamiento de su técnica.
En la pre bienal de Cuenca presento una visión del mundo entre superrealista, hiperrealista y feísta, en la que el oficio estuvo por encima del concepto.
Monsalve pinta una figuración de ricas calidades, de vigor naturalista y cierto dejo irónico, sobre la que impone unos rectángulos, en un primer momento pintadas, después también con encolados y finalmente otra vez pintadas y destacadas matéricamente.
Se torna al desnudo femenino con mujeres apenas vestidas pero con curiosos atavíos festivos, en un clima hedonista.
Trabaja un grabado con dibujo y medias tntas de finas calidades. y ha probado nuevas calidades plásticas trabajando sobre papel artesanal. Se considera -ha recordado el crítico Rodrigo Villacís Molina- "cultor de antiguos oficios". Pero de todos ellos el que más le fascina y en el que ha trabajado incansablemente logrando cada vez mayores calidades es el dibujo.
Hernán Rodríguez Castelo, "Nuevo Diccionario crítico de artistas plásticos del Ecuador del siglo XX"